Y sigo esperando ese grito de auxilio.
Esa llamada a que sigo en sus pensamientos.
No sé por qué no puedo arrancarle del corazón.
E inevitablemente sigo esperando su llamada de auxilio.
Y mi milagro.
Pero no llega...
Probablemente nunca llegue.
Y lo sé, pero aún así lo sigo esperando.
M.
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