El inicio del viaje


*~ El hombre solo tiene un sitio donde ser libre y es a través de sus pensamientos, que pueden convertirse en versos.*~


Este blog es un espacio que tengo para compartir con aquellos que gusten la poesía. Un poco de ésto, un poco de aquello y alguna que otra anécdota que traiga la melancolía.

¡Bienvenid@!




sábado, 12 de abril de 2014

Viejas Líneas

Ayer retomé la lectura de lo poco que queda a mi lado de aquél tiempo. No me costó trabajo, disfruté plenamente el re-encontrarme con ese yo pasado que anhelaba ciertas compañías, que maldecía de la indiferencia, que temía perder para siempre el suelo amado... mis sueños.

Pero luego comienzo a re-leer lo que he escrito recientemente e inevitablemente sonrío. Por que me alegra haberme convertido en esa que soy ahora, aunque a veces crea que la historia debió haber sido de otra forma...realmente no es así. Todo está en su lugar, aunque en realidad, para ironía de las cosas, nada se haya movido.

Entre mis viejas líneas encontré algo que comenzaba con una infantil pregunta "¿Crees en las almas gemelas?" Inevitablemente pensé en que estarías haciendo ahora, dónde. Y sonreí por que con las últimas letras que decidí recibir de ti, me di cuenta que mi plegaria había sido escuchada.

Al menos una parte de ella...

Y los sentimientos contrarios se agolpan en el pecho desde entonces. Ahora sigo rezando por mí, porque desgraciadamente el dolor no se va, no quiere hacerlo.

Y entonces me odio por amar así. Por ser así. Si me odio, por escribir esos versos, por siquiera pensar esas líneas.

Sé que algo sigue roto dentro mío. No he podido arreglarlo, no se si lo lograré, aunque intento hacerlo desesperadamente.

Al menos me queda la poesía y las letras que días como hoy salen a mi encuentro.

martes, 8 de abril de 2014

¿Que te llevarías contigo?



Prólogo

Llega un momento en la vida de todo el mundo, en que lees  y te preguntas o alguien viene de fuera con un test sin sentido y  en tu mente mientras lees, se articula una insulsa frase como "¿Que es lo que llevarías en una maleta, de entre todo lo que amas, para seguir con tu vida, en aquella isla desierta o en otro planeta?"

Si pudieras salvar cinco cosas en aquél universo apocalíptico... de todo lo que tienes  ahora ¿que te llevarías contigo?

Estamos en pleno siglo XXI y... ¿este tipo de cosas no pasan? ¿verdad? Eso es solo para aquellos países con problemas. Quienes somos nosotros, para considerarnos en problemas. Todo está bien. No hay nada por que sufrir en esta tierra donde nada pasa según los tabloides; la región donde todo el mundo calla.

Nadie tiene que renunciar al camino que ha elegido para sus sueños.

Nadie tendría que llorar la pérdida de los seres amados.

Nadie quedaría solo, abandonado, perdido  sin un rumbo y una dirección en el país donde no sucede nada.

Nadie.

Pero la vida en la región donde no pasa nada... no es así.

La vida en tres dimensiones, alrededor de esa apacible ciudad que parece que nunca despierta al estupor del terror, no es así. Quisiera que fuera mentira, pero no lo puedo negar.

A veces las pruebas de fe son inconcebibles. ¿Brincar un barranco? ¿Arrojar todo por la borda?

Y esperar que en el arranque de todo,  el reseteo de este sistema, las cosas mejoren aunque sea un poco.

Quisiera volver atrás para retomar los versos y las letras, pero ya es demasiado tarde.

La vida real incluso se ha llevado eso.

Junto con todo aquello, que afortunada-desgraciadamente no cabía en aquella maleta.

M. Z.V.



lunes, 7 de abril de 2014

Rozando Marzo



Aunque la persona esté cerca, 
aunque esté a un lado de ti.

A veces se le extraña tanto, 
que un día dura tres otoños.

Bajo el impulso de un Newton.

A veces me pregunto si voy a volver a llorar igual que aquella vez, aquél lejano, muy lejano día, en que sentí que perdía todo y abandonaba lo que deseaba ser y que sería lo que deseaban que fuera.

El llanto que viene y no se aleja de ti. No abandona tu cuerpo, las lágrimas corren inclementes una tras otra, hasta que sientes que se vació tu alma y no quedan más lágrimas para salir de tus pupilas. Por que tu ser se ha desgarrado en cada gota que ha caído bajo el impulso de un Newton.

Ya no sale nada, no puede salir nada. Pero sientes que los ojos te escuecen añoran derramar más llanto. Y quieres gritar, arrojar todo lejos, olvidarte de ti...renunciar y perderte en el dolor, hundirte en lo más profundo de la oscuridad que invade tu ser.

A veces me pregunto. Si volveré a llorar, a gemir de dolor por el desconsolado golpe del destino, del corazón amado que te engaña, te tortura, te abandona.

Si...te abandona. Y sabes que con el correr de los años, surgirá ese vacío, se mantendrá el dolor clavado en el pecho y cuando recuerdes un instante efímero suspendido en tu memoria, volverá a doler como el primer día.

Querrás gritar de nuevo y llorar. Pero no habrá sonido que suba por tu garganta, ni gemido que se atragante antes de salir herido, ni lágrimas que reflejen el dolor. No habrá nada.

Todo se habrá perdido...todo habrá caído bajo el impulso de un Newton.

Porque no dependerá del otro...nunca ha dependido de él...dependerá de que tu permitiste que tu alma se desgarrara con cada latido que se emitió mientras derramabas esas lágrimas. Y sabes que quizá no vuelvas a ser feliz, a sonreír abiertamente de nuevo, no te vuelvas a entregar como entonces. Pero no será por lo que ha hecho -o dejado de hacer- el otro.

Será porque, simplemente, aunque aclames, exclames, asegures que lo has hecho...no has dejado de vivir esperando... que el otro venga por ti y te salve...como nunca ocurrió...como siempre estuviste dispuesto a hacerlo.

Por que no era al otro al que tenías que ir a buscar y salvar...

Eras tu mismo, quien esperaba que salieras de ahí, del rincón donde te dejaron las lágrimas derramadas y arrolladas por el impulso de un Newton, y te salvaras.

Para volver a vivir, aunque sea a medias tintas en un inicio.

Y luego un día sin darte cuenta, lograrás sonreír -aunque no lo creas- bajo el impulso de un Newton.



M.Z.V.