El inicio del viaje


*~ El hombre solo tiene un sitio donde ser libre y es a través de sus pensamientos, que pueden convertirse en versos.*~


Este blog es un espacio que tengo para compartir con aquellos que gusten la poesía. Un poco de ésto, un poco de aquello y alguna que otra anécdota que traiga la melancolía.

¡Bienvenid@!




viernes, 3 de enero de 2014

Comienzos, Contenta, nuevos propósitos literarios, un fragmento del trabajo actual.

Hola de nueva cuenta a ti que lees pacientemente estas letras.

Y que -aunque esporádicamente- tiendes a pasearte por estos rincones olvidados del ciber-espacio en busca de algún no sé qué. La verdad, debo confesar que mi hiatus de lectura duró mucho más poco de lo que puedo admitir, aunque de momento será difícil que comparta las lecturas que hice -por cuestiones totalmente ajenas a mi persona. Sino más bien por situaciones totalmente fuera de mis posibilidades para remediar de manera inmediata.

El recuento del último año lo haré de forma breve y en inverso.

Diciembre en definitiva no fue un mes productivo en ningún aspecto de creación literaria, pero si de lectura. Terminé un escaso total de tres libros, una novela (La pasión de Artemisia), una biografía (Hellen Keller) y un libro de poesía (Los versos del Capitán), este último, que encontré en una de esas librerías que tanto me gusta frecuentar. Escondida de la mirada curiosa del que no se aventura a caminar por las solitarias calles de la ciudad. Aunque en realidad supe de su existencia por una cuestión meramente fortuita, como suele suceder con todo lo que me rodea; en una feria local del libro usado. Aún me faltan muchísimos rincones que conocer y libros que leer, espero poder completarlos pronto. Así como espero tener algo de tiempo libre comenzando el trabajo para compartir mis comentarios respecto a éstos libros.

Diciembre también marcó mi vida en otro aspecto. Por primera vez en mis escasos veinti-tantos años tuve la posibilidad de asistir a la FIL-Guadalajara. Obviamente por cuestiones externas a mi propio deseo de estar todos los días ahí -sobre todo por trabajo- solo fui el último día. Pero no me puedo quejar realmente, lo que si es que las adquisiciones de ese día aún no han terminado de ser dominadas, por falta del espíritu poeta en mí -se me había hecho casi intolerante terminar incluso una palabra o una frase-, aunque estoy casi segura que pronto, más pronto de lo que creo terminaré por dominar ambas lecturas.

Una es Amado Nervo, El libro que la vida no me dejó escribir. Es una antología de preciosa edición por parte del Fondo de Cultura Económica, que para una fiel seguidora del poeta no debe faltar definitivamente en su colección. Aunque el libro era de 2006 sinceramente no tenía la más remota idea de su existencia. Un definitivo tache a mi información y gusto literario. Pero no que hacerle a veces no se puede hacer de todo a la vez.

El otro libro también monísimo es de un escritor bastante menos conocido, mexicano también, pero ante todo editor y se puede decir que conquistador de innumerables talentos de reconocida talla internacional. Su nombre Jaime García Terres, traductor, director del FCE, y un buen número de revistas literarias que dieron en su momento un auge a la vida intelectual letrada del país. El pequeño libro De pieda en piedra también fue un gran hallazgo.

Obviamente había otro sin número de libros ahí pero simplemente no hubo recursos suficientes para traerlos todos o para estar en la firma de Javier Ruescas un escritor español que también recomiendo mucho  y que por desgracia no pude conocer personalmente. ¡Será para cuando vaya a España me digo!

Noviembre, hablando francamente solo tuvo el soñado encuentro con unos cuantos libros que deleitan el gusto por la lectura, Nuestra Señora de París de Victor Hugo, que aún no tengo el gusto de comenzar a leer, esta en la lista de espera, Como Matar a un Risueñor de Harper Lee, que aún no termino, va en proceso y Los versos del capitán de mi adorado Neruda. También este mes me prestaron obras de Tolstói que no he comenzado por carecer de tiempo suficiente. Además para leer a Tolstói necesito contar con tiempo. Este mes también tuve un encuentro con un hermoso ejemplar de Great Expectations de Charles Dickens en ingles con impresión italiana y encuadernación suiza una verdadera joyita.

Octubre, realmente fue un mes sin mucho documento literario y más bien me la pasé leyendo documentos totalmente relacionados con mi trabajo. Por lo que la carga me impedía hacer algún acercamiento para cultivar a la poeta y laúd que tengo dentro.

Agosto y Septiembre, fue un mes realmente caótico. Por lo que lecturas quedaron totalmente aplazadas para otro momento de mi vida, había asuntos personales inminentes que solucionar en esa época.

Julio fue un mes dulce para la producción literaria. Una cantidad aunque escasa, pero de -siento yo- buena calidad de versos vieron la luz en ese cálido mes. En las playas de mi tierra natal. Un par de pensamientos para novelas y cuentos también comenzaron a tomar forma, y actualmente después del largo bloqueo literario del que fui víctima me encuentro trabajando en esos proyectos.

Junio y Mayo, bueno estos meses también fueron complicados por lo que no hubo mucho, mucho verso. Pues hubo cosas que solucionar en esa vida común que todos tenemos, fueron meses sin nada, o casi nada de lectura. Si hubo algunas, pero entre tanto estrés post-traumático se me terminó de olvidar todo aquello que llegué a escribir o leer. Lo que retomo de éste tiempo es la posibilidad de aumentar mi librería por una amable donación que aún no sé cuando pueda volver a tener en mis manos por que se ha esfumado.

Abril, ya lo conocen un poco a través de éste blog hubo lectura, poca pero lo hubo, luego reseñaré los libros, en cuanto tenga algo de tiempo, hubo un re-encuentro y un cierre de ciclos muy importante. También conocen un poco de  Enero, Febrero y Marzo, por lo que no ahondaré mucho en esos periodos. Quizá después y haciendo énfasis en otro punto de la historia.

2013 fue un año realmente intenso. Hubieron infinidad de cambios en mi vida. Todos para bien, y eso se verá inevitablemente en mi forma de escribir, que espero haya mejorado.

2014, llega sin tantos anhelos utópicos. Más bien con la firme convicción que si te lo propones puedes hacer realmente realidad aquellos que deseas de corazón. Con trabajo y con voluntad siempre que sea parte de tu Leyenda Personal, las cosas vendrán como agua sobre su propio cauce.

Quiero continuar con la lectura mensual. Mínimo 3 libros al mes. No puedo exigirme más por cuestiones de tiempo y compromisos que ahora tengo. Pero mantendré esa marca. Mínimo 36 al año. Espero poder mantenerla ésta vez, con todo y reseña. Entre los libros que quiero leer este año, además de los ya mencionados el año pasado, es Antología Personal de Rubén Darío -otro de mis favoritos- Palabras en Reposo de Alí Chumacero, la Obra completa de Rubén Bonifaz Nuño, Bajo la misma estrella (en inglés) de John Green, Los años de peregrinación del Chico sin color de Murakami y Rayuela de Julio Cortázar.

Deseo viajar, volver a conocer todo un poco más. Ver finalmente aquél libro tan prometido desde fin de año. Y comenzar aquél proyecto que relaciona mi carrera, que está tomando forma poco a poco. Y seguir escribiendo.... sobre todo eso seguir desglosando mis pensamientos en las letras que byte tras byte o carácter tras carácter forman aquellas ideas enclavadas en mi mente. Seguir cantando que llegue esa guitarra que tanto me hace falta.

El bloqueo terminó, he vuelto a escribir y leer como antes. Fue tiempo suficiente  para estar estática y es hora de comenzar a crear, a soñar, a gozar, a vivir.

Bienvenido 2014.

Y espero que todo el que se tome la molestia de leer esto, que agradezco infinitamente también llegue como yo a decir que su bloqueo -en el área que sea- se ha terminado. ¡Bendiciones para éste nuevo año!

Que por cierto les dejo unos fragmentos de los trabajos que estoy haciendo actualmente. ¡Disfrútenlos!

Sorpresa.
No esperaba tu regreso,
te hacía en una lejana luna.
en un sombrío anhelo.
Buscando fortuna alguna,
en otro abrazo, en otro beso.

Ya me había resignado,
al destino implacable, impaciente.
De jamás estar a tu lado.
De vivir atada al tiempo inclemente.
De saberte en otros brazos,
Pero feliz y pleno… desinteresadamente.

No esperaba tu regreso.

Pensé caminar mi sendero ufano,
ausente de tu mirada cristalina,
del reflejo de mi amor en los llanos,
que se vuelven tus fieles pupilas.
No esperaba tu regreso.
Dime ¿Quién lo hubiese intuido?
Yo solo quería dejar todo en claro:
Te adoro, te amo, te quiero…
Pero no esperaba tu regreso.

Y llegaste… y llegamos.